Concebido como una reescritura sin ambages del cuento de “Caperucita roja”, “Riding the Red” / “Capear el rojo” establece una relación intertextual con la tradición europea del relato maravilloso. En manos de Hopkinson, sin embargo, la historia se transforma para dar voz a la abuela, representante aquí de esas mujeres mayores que la cultura occidental se empeña en discriminar por cuanto que, al no estar en edad reproductiva, carecen —supuestamente— de capital erótico y dejan, por tanto, de “tener utilidad”. Muy al contrario, la abuela de Hopkinson se presenta como el repositorio de toda la sabiduría que puede ir adquiriendo una mujer a lo largo de su vida: desde la infancia hasta la vejez, pasando por el despertar sexual y la madurez. Ya nadie quiere oír su voz, pero ella, obstinada y consciente del poder de los conocimientos que ha ido atesorando, se empeña en hacerse oír. Tomen nota las jóvenes lectoras y, en general, quienes crean que la mujer, pasada la menopausia, no tiene ya papel en la sociedad. La abuela de Hopkinson les demostrará las mil y una formas en que una mujer puede reinventarse, a pesar del paso del tiempo o de los errores cometidos, para seguir siendo útil y, por encima de todo, para continuar disfrutando de la vida. Hasta el final.
Recientes ilustraciones del cuento “Riding the Red” de la escritora Nalo Hopkinson
Concebido como una reescritura sin ambages del cuento de “Caperucita roja”, “Riding the Red” / “Capear el rojo” establece una relación intertextual con la tradición europea del relato maravilloso. En manos de Hopkinson, sin embargo, la historia se transforma para dar voz a la abuela, representante aquí de esas mujeres mayores que la cultura occidental se empeña en discriminar por cuanto que, al no estar en edad reproductiva, carecen —supuestamente— de capital erótico y dejan, por tanto, de “tener utilidad”. Muy al contrario, la abuela de Hopkinson se presenta como el repositorio de toda la sabiduría que puede ir adquiriendo una mujer a lo largo de su vida: desde la infancia hasta la vejez, pasando por el despertar sexual y la madurez. Ya nadie quiere oír su voz, pero ella, obstinada y consciente del poder de los conocimientos que ha ido atesorando, se empeña en hacerse oír. Tomen nota las jóvenes lectoras y, en general, quienes crean que la mujer, pasada la menopausia, no tiene ya papel en la sociedad. La abuela de Hopkinson les demostrará las mil y una formas en que una mujer puede reinventarse, a pesar del paso del tiempo o de los errores cometidos, para seguir siendo útil y, por encima de todo, para continuar disfrutando de la vida. Hasta el final.
Recientes ilustraciones del cuento «Riding the Red» de Nalo Hopkinson.
Concebido como una reescritura sin ambages del cuento de “Caperucita roja”, “Riding the Red” / “Capear el rojo” establece una relación intertextual con la tradición europea del relato maravilloso. En manos de Hopkinson, sin embargo, la historia se transforma para dar voz a la abuela, representante aquí de esas mujeres mayores que la cultura occidental se empeña en discriminar por cuanto que, al no estar en edad reproductiva, carecen —supuestamente— de capital erótico y dejan, por tanto, de “tener utilidad”. Muy al contrario, la abuela de Hopkinson se presenta como el repositorio de toda la sabiduría que puede ir adquiriendo una mujer a lo largo de su vida: desde la infancia hasta la vejez, pasando por el despertar sexual y la madurez. Ya nadie quiere oír su voz, pero ella, obstinada y consciente del poder de los conocimientos que ha ido atesorando, se empeña en hacerse oír. Tomen nota las jóvenes lectoras y, en general, quienes crean que la mujer, pasada la menopausia, no tiene ya papel en la sociedad. La abuela de Hopkinson les demostrará las mil y una formas en que una mujer puede reinventarse, a pesar del paso del tiempo o de los errores cometidos, para seguir siendo útil y, por encima de todo, para continuar disfrutando de la vida. Hasta el final.